Ser estudiante AVA

SER ESTUDIANTE EN AMBIENTES VIRTUALES DE APRENDIZAJE[1]

 

“Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.”

Paulo Freire

  

Presentación

Estamos en un momento histórico en el que la sociedad cambia de manera vertiginosa. Hemos transitado de la sociedad industrial a la sociedad de la información, primero, y a la del conocimiento, después; ahora estamos inmersos en la sociedad del aprendizaje, en la que los espacios de educación ya no se reducen a cuatro paredes, pues progresivamente se incorporan los ámbitos virtuales como medios educativos. Ello propicia la migración de estudiantes de un ámbito pautado, con docentes al centro del proceso como transmisores de conocimiento y donde el recurso didáctico por excelencia es el libro, a un entorno de amplias posibilidades, con estudiantes como protagonistas de cambio, responsables de su aprendizaje, constructores de conocimiento y[CM1]  comunicadores, a través de una multitud de canales y medios

 

Cada vez hay más estudiantes que manejan y utilizan ampliamente las tecnologías de la información y la comunicación, con lo cual establecen nuevas formas de relación con otras personas y con el conocimiento.  Este proceso demanda intervenir para contribuir a que esos estudiantes migren de la heteronomía a la autonomía con éxito. Dicho tránsito no se da de manera automática; se requiere del acompañamiento de otras personas. Debemos reconocer, en primera instancia, que los alumnos han sido formados en una dinámica tradicionalista. Están acostumbrados a la dirección completa de sus procesos de aprendizaje; están habituados a que les digan qué, cómo, cuándo, dónde, con qué, y de qué manera realizar las tareas. 

 

En contraste, las y los estudiantes en el nuevo entorno virtual adquieren competencias para el aprendizaje autónomo a través de líneas que demandan su reflexión y creatividad, donde el aprendizaje colaborativo es fundamental, pues se trata de aprender del otro y con el otro. Quienes logren migrar con éxito, serán sin duda los que aprendan a aprender para la vida, a tomar decisiones acertadas, a resolver problemas y a innovar en el mundo en el que se desenvuelven.  

El entorno virtual demanda estudiantes que puedan gestionar su aprendizaje. Requiere cooperación, tolerancia y respeto, pero, sobre todo, compromiso que los lleve a desarrollar actitudes proactivas y autónomas.

 

Es ineludible considerar que las necesidades de los estudiantes en los entornos virtuales tienen particularidades específicas que deben ser entendidas y atendidas por los docentes en línea.  

En un ambiente virtual de aprendizaje los docentes desempeñan una función importante: apoyan, orientan, motivan y animan; moderan y son guías durante todo el proceso; dan seguimiento al logro de objetivos y competencias; interpelan para provocar y elevar el nivel de discusión en el grupo; contribuyen a la resolución de dudas y convierten las situaciones de aprendizaje en áreas de oportunidad.

 

 

 

 

¿Qué es ser estudiante en línea?

El aprendizaje en la modalidad de estudios en línea incorpora el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la denominada era de la información. Este uso de las TIC ha transformado la forma en como interactuamos, pero sobretodo, la manera como aprendemos; ejemplo de ello es la creación de escuelas virtuales en las que podemos seguir con nuestros estudios desde la comodidad de casa o desde nuestro lugar de trabajo. Sin embargo, esta modalidad de estudios presenta nuevos retos y desafíos para quienes aspiran a convertirse en[CM2]  estudiantes en línea.

 

Quien estudia en línea no se sujeta a espacios físicos con horarios rígidos. La flexibilidad da paso a la autorregulación, lo que implica determinar dónde, cómo, cuándo, y cuánto estudiar[CM3] , adquiriendo un papel protagónico dentro del proceso educativo. La ventaja que supone no tener que trasladarse a un lugar específico, en un horario establecido, hace incluyente la modalidad, porque permite que cualquier persona, independientemente de sus ocupaciones o circunstancias de movilidad, se incorpore a un programa educativo; cualquier persona con acceso a Internet puede estudiar en línea en cualquier lugar y en cualquier momento.

 

Bajo esta modalidad, el proceso educativo se enfoca más al aprendizaje que a la enseñanza, incorporando actividades y experiencias estimulantes para la autogestión y la colaboración. Quienes estudian aprenden de manera independiente, ya que tienen a su disposición un conjunto de elementos que les permiten contar con tutoriales e información para el autoaprendizaje, sin depender de los docentes para tener acceso.

 

Las características que deben poseer los estudiantes en línea y los retos que enfrentarán son[CM4] :

 

        Actitud proactiva. Disponen de un amplio margen de libertad y autonomía, que les permitirá tomar decisiones respecto a su aprendizaje y desempeño, sin perder de vista el objetivo planteado.

        Compromiso con el aprendizaje. Son responsables de su aprendizaje, pues se convierten en agentes activos y autogestores del mismo.

        Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias. Los estudiantes en línea deben aprender a aprender, para lo cual tendrán que generar y potencializar estrategias que les faciliten la recepción y el análisis de la información en cualquier momento, en cualquier lugar, de cualquier forma y al ritmo que decidan.

        Actitud para trabajar en entornos colaborativos. Tienen la oportunidad de conocer a diferentes personas, lugares, estrategias de estudio e historias de vida de las cuales pueden aprender. El aprendizaje entre pares enriquece el propio proceso cognitivo.

        Metas propias. Establecer metas y buscar alternativas de solución en caso de tener inconvenientes. En esta modalidad los límites los pone el estudiante.

        Aprendizaje autónomo y autogestivo. Deben generar destrezas relacionadas con la comunicación, la búsqueda, la selección, la producción, la difusión de la información y el[CM5]  conocimiento.

 

Hasta ahora hemos hecho referencia a las cualidades académicas de los estudiantes en línea, pero recordemos que, como cualquier otra persona, quienes estudian experimentan una gama de emociones a lo largo de diferentes momentos de sus procesos de aprendizaje, por lo que a continuación ofrecemos algunas sugerencias que pueden resultar de interés para quienes formen parte de un proceso educativo virtual: ü Identificar, controlar y manejar nuestras emociones y reconocer cómo reaccionamos para adaptarnos a las circunstancias que todo el tiempo están cambiando a nuestro alrededor.


ü  Comprender y responder con empatía para atender y entender los requerimientos de apoyo que hagan nuestros compañeros y compañeras.

ü  Saber tratar a los demás, influir positivamente, motivar e inspirar al grupo, trabajar en equipo y mejorar la manera en la que nos comunicamos.

 

 

Las competencias interpersonales constituyen herramientas básicas para el desarrollo humano. En la medida que los estudiantes en línea potencien las habilidades tanto académicas como interpersonales descritas en los apartados anteriores, se podrán superar los retos de esta modalidad, lo que les permitirá tomar decisiones, solucionar problemas, integrar, organizar y gestionar información, pero principalmente, aprender a aprender.

 

Retos para quienes estudian en línea[CM6] 

 

        Dejar atrás el aprendizaje dirigido. En esta modalidad tenemos que aprender a ser autogestivos, autocríticos y reflexivos. La decisión respecto a nuestro aprendizaje y desempeño depende primordialmente de nosotros y de cómo administremos el tiempo.

        Adoptar una actitud crítica y creativa frente a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

        Cuestionar, replantear, investigar e idear nuevas formas de descubrir, con el impulso de seguir explorando y generar la oportunidad para obtener más conocimientos.

        Evitemos tan sólo memorizar y repetir. Hoy en día es muy importante analizar y procesar la información para apropiarnos del conocimiento y proyectar nuestro saber.

        Adaptarse al trabajo en un entorno cambiante, valiéndonos de la creatividad, la comunicación, la colaboración y la resolución de problemas.

        Dejar atrás los entornos competitivos. El trabajo colaborativo enriquece nuestro conocimiento y fortalece nuestra capacidad de aprender a aprender.

        Gestión y administración del tiempo. Debemos crear una agenda que nos permita programar todas las actividades a realizar (escolares, personales, laborales); esto nos permitirá administrar los tiempos.

        Destrezas comunicativas. Debemos potencializar nuestras habilidades de lectura y escritura. Se tendrá que hacer un uso correcto de las letras mayúsculas, ya que, en un ambiente virtual, escribir únicamente en mayúsculas significa gritar.

        Fortalecer la comunicación escrita, ya que es el recurso principal para expresarse en la modalidad en línea, por lo que requeriremos ampliar los conocimientos relacionados con la gramática, la sintaxis y la semántica.

El desafío más grande que enfrentamos como estudiantes en línea es “convertirnos en analfabetas digitales, es decir, poder identificar cuando hay una necesidad de información; trabajar con diversas fuentes y códigos; saber manejar la sobrecarga de información y discriminar la calidad de las fuentes; organizar la información y utilizarla eficazmente; saber comunicar a otros la información encontrada”. (Cabero Almenara & Llorente Cejudo, 2008, pág. 13). Se trata de navegar en la red, no de naufragar en ella.

 

De acuerdo a la información presentada, ser estudiantes en línea implica ciertos saberes, actitudes, retos, exigencias, ventajas y compromisos, pero sobre todo la disposición de aprender. La educación en línea no tiene porqué concebirse como fácil o difícil. Quienes estudian en esta modalidad educativa tienen ante sí la oportunidad de marcar su propio ritmo de aprendizaje y trazar sus horizontes de estudio de acuerdo con sus metas académicas.

 

Mitos de la educación a distancia

Ahora, es momento de mencionar algunos mitos relacionados con la educación en línea:

 

       Es fácil y sencillo estudiar en línea, sólo hay que estar en la computadora y ya.

       No hay que leer nada, basta con copiar y pegar la información que encuentre en la red.

       Como no nos conocen (físicamente), podemos dejar de estudiar en cualquier momento.

 

En contraparte con el primer mito, hay quienes creen que estudiar en línea es difícil y muy complicado debido a que deben ser expertos en la tecnología. Sin embargo, conforme vayamos avanzando en la modalidad abierta y a distancia, nos iremos dando cuenta que estos mitos son falsos, ya que ser estudiante en línea no es fácil ni difícil; basta con aplicar estrategias y acciones que nos permitan auto gestionar el aprendizaje. Asimismo, resulta fundamental crear un compromiso con nuestro aprendizaje y desarrollar nuestra comprensión lectora, ya que entender lo que leemos nos evitará frustraciones y pérdidas de tiempo. Recuerda:

 

PARA APRENDER, HAY QUE LEER[CM7] .

 

Ahora, repasemos brevemente las características de la educación en línea (modalidad abierta y a distancia)

 

Educación en línea (virtual)

 

La importancia creciente de la informática y la aplicación de las redes de comunicación a través de Internet supone cambios en los modelos de enseñanza, en la función de profesores, en la responsabilidad que la sociedad deposita en ellos, en la relación con alumnos y alumnas, así como en la implicación en sus procesos de aprendizaje y de evaluación.

 

La educación en línea modifica la distancia y el tiempo, así como la forma de construir conocimientos. Con las tecnologías informáticas y la convergencia de medios, el paradigma de recepción unidireccional modifica y se conforma una visión multimedia, interactiva, multidireccional y multisensorial que configura verdaderos ambientes de aprendizaje que rompen con la rigidez de la escuela y ayudan a que emerjan comunidades dialógicas que reconocen la formación como un proceso a lo largo de la vida.

 

Del soporte puramente textual se pasa al multitextual, hipertextual, y multireferencial. Empero, es necesario adquirir nuevas habilidades y competencias

que permitan tener el juicio crítico necesario para buscar, seleccionar, analizar, procesar, y comunicar información sin naufragar en el mar de datos que día a día nos bombardea. Estamos transitando de una educación racional a una integral, de espacios de instrucción a espacios educativos.

 

La educación en línea implica la presencia virtual de la otredad, capaz de interpelar, cuestionar y poner en duda las certezas tradicionales. A través de los nuevos medios, herramientas y soportes tecnológicos es posible una nutrida interacción comunicativa en tiempo real o diferido. 

 

Esta nueva manera de aprender requiere de un compromiso serio con nosotros y con otras personas. Implica el tránsito de una visión heterónoma, con alumnos siguiendo instrucciones, a una visión autónoma donde se responsabilizan y son parte del proceso de construcción del conocimiento, a través del diálogo con otras personas. 

 

La educación abierta y a distancia se construye a partir de aportaciones personales y reflexiones que se comparten. La plataforma tecnológica favorece la configuración de comunidades de aprendizaje, la administración de tareas y el seguimiento de la intervención de los participantes.

 

 

En la educación presencial

En la educación en línea

ü La interacción entre profesores y alumnos se limita a la duración de la sesión.

ü El aprendizaje es colaborativo, restringido al espacio del aula y al momento.

ü Se desarrollan habilidades, actitudes y valores de manera colateral.

ü La exposición de los profesores es el método didáctico privilegiado.

ü Emplea          de          forma   ocasional          la tecnología.

ü Los profesores están en interacción con los alumnos y existe un cómodo manejo de los tiempos.

ü El aprendizaje es colaborativo con una asesoría más personalizada, que trasciende el espacio del aula.

ü Se desarrollan habilidades, actitudes y valores de una manera programada y se

                evalúa su logro.

ü Se utilizan una variedad de técnicas didácticas y medios virtuales además del auxilio de los profesores.

ü Emplea cotidianamente la tecnología para enriquecer y hacer más eficaz el proceso de aprendizaje

 

 

De la pasividad a la proactividad

En un entorno virtual no hay lugar para un aprendizaje pasivo y dirigido, el cual se caracteriza por la sumisión de los alumnos ante el conocimiento absoluto e inapelable de los profesores. En contraste, quienes estudian en línea no esperan a que los docentes les indiquen lo que tienen que hacer; toman un papel activo al involucrarse en el proceso como responsables de su aprendizaje. Las herramientas de comunicación permiten la interacción y colaboración entre pares, lo cual promueve la autocrítica en la dinámica grupal.  Además, en la modalidad en línea existen recursos tecnológicos que generan registros que identifican si los estudiantes participan o no.

 

En palabras de García Aretio (2014), “La educación a distancia se basa en un diálogo didáctico mediado entre docentes de una institución y los estudiantes que, ubicados en espacio diferente al de aquellos, aprenden de forma independiente o grupal.” (pág. 19).

 

Los y las estudiantes en línea no están sujetos a espacios físicos con horarios rígidos. La flexibilidad da paso a la autorregulación, lo que implica que los propios estudiantes determinen dónde, cómo, cuándo, y cuánto estudian, otorgándoles un papel protagónico dentro del proceso educativo. La ventaja que supone no tener que trasladarse a un lugar específico, en un horario establecido, hace incluyente la modalidad porque permite que cualquier persona, independientemente de sus ocupaciones o circunstancias de movilidad, se incorpore a un programa educativo; cualquier persona con acceso a Internet puede estudiar en línea en cualquier lugar y en cualquier momento[CM8] .

 

Sin embargo, pese a que la modalidad es flexible, existen fechas de entrega, por lo que es muy importante administrar los tiempos a fin de cumplir cabalmente con las actividades académicas.

 

En la modalidad presencial, los estudiantes muchas veces no tienen oportunidad de externar una duda o inquietud; en cambio, en la modalidad en línea, existe la facilidad de compartir las dudas mediante el foro grupal o por mensajería interna (Esta opción está desabilitada en el curso propedéutico). Los estudiantes interactúan de manera síncrona (en tiempo real) o asincrónica (en tiempo diferido) con los docentes y con los compañeros de grupo, no necesariamente de manera simultánea, sino cada uno a su propio ritmo, de acuerdo con sus posibilidades y disposición en diferentes momentos.

 

En el aula virtual, los estudiantes cuentan con una serie de materiales recomendados por los desarrolladores del curso para potenciar el aprendizaje e interactúan con los contenidos y compañeros para construir el conocimiento y ampliar sus experiencias.

 

Además, existe la posibilidad de que, si surge una duda, una inquietud, o simplemente el interés de profundizar en algún tema y enriquecer sus conocimientos, puedan buscar fuentes de información adicionales y obtener material de estudio extra, rompiendo el límite del aula, pues se tiene como principal herramienta la red mundial (World Wide Web), pero aprendiendo a hacer un uso crítico de la información y a cuidar la confiabilidad de las fuentes.

 

Ya identificamos los elementos primordiales para enfrentarnos a esta modalidad y lo que implica ser estudiante en línea. Ahora, esforcémonos y tengamos confianza en lo que realizamos. El verdadero aprendizaje no se basa en consumir ideas o información, sino en apropiarnos del conocimiento[CM9] . 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes de consulta

Bautista, G., Borges, F., & Forés, A.  (2006).  Didáctica universitaria en Entornos Virtuales de Enseñanza-Aprendizaje. Madrid: Ediciones Narcea.

 

Bellot, A. y Sangrá, A. (2010) Docencia en entornos virtuales de aprendizaje. España, UOC. Material editado para el curso impartido a docentes de la UPN.

 

Cabero Almenara, J., & Llorente Cejudo, M. (2008). La alfabetización digital de los alumnos. Competencias digitales para el siglo XXI. Revista portuguesa de pedagogía, 7- 28.

 

García Aretio, L. (2014). Bases, mediaciones y futuro de la EaD en la sociedad digital. Madrid: Editorial síntesis.

 

Ortíz, J.  R.  (1998).  La educación a distancia en el umbral del nuevo paradigma telemático.  

Informe   de Investigaciones   Educativas.   Universidad   Nacional Abierta. 

http://biblo.una.edu.ve/ojs/index.php/IIE/article/view/138/128

 

Palacios-Jiménez, N.  M.  (2005).  Un panorama de la educación a distancia. Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, 461-463.


 



[1] Texto elaborado con fines didácticos para el Curso de integración a la vida universitaria en línea. UnADM.


 [CM1]

 [CM2]Gracias a la tecnología muchos pueden concluir sus estudios.

 [CM3]Esta flexibilidad nos ayuda mucho a los que trabajamos.

 [CM4]Cada uno  conoce sus metas  y retos.

 [CM5]Aprenderemos cosas nuevas.

 [CM6]Superar estos retos depende de uno mismo.

 [CM7] Muy de acuerdo. Todo se basa en la lectura.

 [CM8]Esto es una gran ventaja.

 [CM9]Pondré todo mi empeño en este punto.


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